11 Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados
12 pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, está sentado a la diestra de Dios
13 esperando lo que resta, es a decir, hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies
14 porque con una sola ofrenda hizo consumados para siempre a los santificados
15 Así, nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; que después dijo
16 Y éste es el testamento que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor, Daré mis leyes en sus corazones, y en sus almas las escribiré
17 y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades
18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado
19 Así que, hermanos, teniendo atrevimiento para entrar en el Santuario por la sangre de Jesús el Cristo
20 por el camino que él nos consagró nuevo, y vivo, por el velo, es a saber, por su carne
21 y teniendo aquel Gran Sacerdote, sobre la casa de Dios
22 lleguémonos con corazón verdadero, y con fe llena, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpi
23 retengamos firme la profesión de nuestra esperanza, que fiel es el que prometió
24 Y considerémonos los unos a los otros para provocarnos a la caridad, y a las buenas obras
25 no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca
26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado
27 sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios
28 El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia
29 ¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia
30 Sabemos quién es el que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo
31 Horrenda cosa es caer en las manos del Dios viviente

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hebreos 10:11 Y ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día, ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

English Standard Version ESV

Hebrews 10:11 And every priest stands daily at his service, offering repeatedly the same sacrifices, which can never take away sins.

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Hebrews 10:11 And every priest stands ministering daily and offering repeatedly the same sacrifices, which can never take away sins.

Nueva Traducción Viviente NTV

Hebreos 10:11 Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficia de pie delante del altar día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales nunca pueden quitar los pecados;

Nueva Versión Internacional NVI

Hebreos 10:11 Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hebreos 10:11 Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados:

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hebreos 10:11 Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

Herramientas de Estudio para Hebreos 10:11-31