8
(porque el que obró en Pedro para el apostolado de la circuncisión, obró también en mí para con los gentiles)
9
y como vieron la gracia que me era dada, Jacobo, Cefas y Juan, que parecían ser las columnas, nos dieron la diestra de compañía a mí y a Bernabé, para que nosotros fuéramos a los gentiles, y ellos a la circuncisión
10
Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo mismo que fui también solícito en hacer
11
Pero viniendo Pedro a Antioquía, le resistí en la cara, porque era de condenar
12
Porque antes que vinieran unos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; mas después que vinieron, se retraía y apartaba, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión
13
Y a su disimulación consentían también los otros judíos; de tal manera que aun Bernabé fue también llevado de ellos en su hipocresía
14
Como vi que no andaban derechamente conforme a la verdad del Evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿por qué constriñes a los gentiles a judaizar
15
Nosotros que somos judíos por naturaleza, y no pecadores de los gentiles
16
sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesús, el Cristo, nosotros también hemos creído en Jesús, el Cristo, para que fuéramos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada
17
Y si buscando nosotros ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso el Cristo ministro de nuestro pecado? En ninguna manera
18
Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, rebelde me hago