2 Y un capitán sobre cuya mano el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si el SEÑOR hiciera ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello
3 Y había cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos
4 Si hablaremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasémonos al ejército de los Sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos
5 Se levantaron, pues, en el principio de la noche, para irse al campamento de los sirios; y llegando a las primeras estancias de los sirios, no había allí hombre
6 Porque el Señor había hecho que en el campamento de los sirios se oyera estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron los unos a los otros: He aquí el rey de Israel ha pagado contra nosotros a los reyes de los heteos, y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros
7 Y así se habían levantado y huido al principio de la noche, dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como se estaba; y habían huido para salvar las vidas
8 Y cuando los leprosos llegaron a las primeras estancias, entraron en una tienda, y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata, oro, y vestido, y fueron, y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron, y escondieron
9 Y se dijeron el uno al otro: No hacemos bien; hoy es día de dar la buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta la luz de la mañana, seremos tomados en la iniquidad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey
10 Y vinieron, y dieron voces a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí hombre, ni voz de hombre, sino los caballos atados, los asnos atados, y el campamento como estaba
11 Y los porteros dieron voces, y lo declararon dentro, en la casa del rey
12 Y se levantó el rey de noche, y dijo a sus siervos: Yo os declararé lo que nos han hecho los sirios. Ellos saben que tenemos hambre, y han salido de las tiendas y se han escondido en el campo, diciendo: Cuando hubieren salido de la ciudad, los tomaremos vivos, y entraremos en la ciudad
13 Entonces respondió uno de sus siervos, y dijo: Tomen ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad, (porque ellos también son como toda la multitud de Israel que ha quedado en ella; también ellos son como toda la multitud de Israel que ha perecido); y enviemos, y veamos qué hay
14 Tomaron pues dos caballos de un carro, y envió el rey tras el campamento de los sirios, diciendo: Id, y ved
15 Y ellos fueron, y los siguieron hasta el Jordán; y he aquí, todo el camino estaba lleno de vestidos y de vasos que los sirios habían arrojado con la premura. Y volvieron los mensajeros, y lo hicieron saber al rey
16 Entonces el pueblo salió, y saquearon el campamento, de los sirios. Y fue vendido un seah de flor de harina por un siclo, y dos seah de cebada por un siclo, conforme a la palabra del SEÑOR
17 Y el rey puso a la puerta a aquel príncipe sobre cuya mano él se apoyaba; y le atropelló el pueblo a la entrada, y murió, conforme a lo que había dicho el varón de Dios, lo que habló cuando el rey descendió a él
18 Aconteció, pues, de la manera que el varón de Dios había hablado al rey, diciendo: Dos seah de cebada por un siclo, y el seah de flor de harina será vendido por un siclo mañana a estas horas, a la puerta de Samaria
19 A lo cual aquel príncipe había respondido al varón de Dios, diciendo: Aunque el SEÑOR hiciera ventanas en el cielo, ¿pudiera ser eso? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello
20 Y le sucedió así; porque el pueblo le atropelló a la entrada, y murió

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Reyes 7:2 Y el oficial real en cuyo brazo se apoyaba el rey, respondió al hombre de Dios, y dijo: Mira, aunque el SEÑOR hiciera ventanas en los cielos, ¿podría suceder tal cosa? Entonces Eliseo dijo: He aquí, tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello.

English Standard Version ESV

2 Kings 7:2 Then the captain on whose hand the king leaned said to the man of God, "If the LORD himself should make windows in heaven, could this thing be?" But he said, "You shall see it with your own eyes, but you shall not eat of it."

King James Version KJV

2 Kings 7:2 Then a lord on whose hand the king leaned answered the man of God, and said, Behold, if the LORD would make windows in heaven, might this thing be? And he said, Behold, thou shalt see it with thine eyes, but shalt not eat thereof.

New King James Version NKJV

2 Kings 7:2 So an officer on whose hand the king leaned answered the man of God and said, "Look, if the Lord would make windows in heaven, could this thing be?" And he said, "In fact, you shall see it with your eyes, but you shall not eat of it."

Nueva Traducción Viviente NTV

2 Reyes 7:2 El funcionario que atendía al rey le dijo al hombre de Dios:
—¡Eso sería imposible aunque el Señor
abriera las ventanas del cielo!
Pero Eliseo le respondió:
—¡Lo verás con tus propios ojos, pero no podrás comer nada de eso!

Nueva Versión Internacional NVI

2 Reyes 7:2 El ayudante personal del rey replicó:—¡No me digas! Aun si el SEÑOR abriera las ventanas del cielo, ¡no podría suceder tal cosa!—Pues lo verás con tus propios ojos —le advirtió Eliseo—, pero no llegarás a comerlo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Reyes 7:2 Y un príncipe sobre cuya mano el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Reyes 7:2 Y un príncipe sobre cuya mano el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si el SEÑOR hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.

Herramientas de Estudio para 2 Reyes 7:2-20