3
Al estruendo del tumulto los pueblos huyen; al levantarte tú las naciones se dispersan;
4
se recoge el botín como recoge la oruga, se lanzan sobre él como se lanzan las langostas.
5
Exaltado es el SEÑOR, pues mora en lo alto; ha llenado a Sion de derecho y de justicia.
6
El será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del SEÑOR es tu tesoro.
7
He aquí, sus valientes claman en las calles, los mensajeros de paz lloran amargamente.
8
Las calzadas están desiertas, el transeúnte ya no pasa; ha quebrantado el pacto, ha despreciado las ciudades, no tiene en estima al hombre.
9
De duelo está la tierra y languidece, el Líbano está avergonzado y se marchita; Sarón es como una llanura desierta, y pierden su follaje Basán y el Carmelo.
10
Ahora me levantarédice el SEÑOR ahora seré exaltado, ahora seré ensalzado.
11
Concebisteis paja, daréis a luz rastrojo; mi aliento como fuego os consumirá.
12
Y los pueblos serán calcinados, como espinos cortados que son quemados en el fuego.
13
Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y los que estáis cerca, reconoced mi poder.