14
Por tanto, oíd la palabra del SEÑOR, oh escarnecedores, gobernantes de este pueblo que está en Jerusalén.
15
Porque habéis dicho: Hemos hecho un pacto con la muerte, hemos hecho un convenio con el Seol; cuando pase el azote abrumador, no nos alcanzará, porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio y en el engaño nos hemos escondido.
16
Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, pongo por fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea en ella no será perturbado.
17
Pondré el juicio por medida, y la justicia por nivel; el granizo barrerá el refugio de la mentira, y las aguas cubrirán el escondite.
18
Y será abolido vuestro pacto con la muerte, vuestro convenio con el Seol no quedará en pie; cuando pase el azote abrumador, seréis su holladero.
19
Cuantas veces pase, os arrebatará, porque pasará mañana tras mañana, de día y de noche; y será terrible espanto el comprender el mensaje.
20
La cama es muy corta para estirarse en ella, y la manta muy estrecha para envolverse en ella.
21
Porque el SEÑOR se levantará como en el monte Perazim, se enojará como en el valle de Gabaón, para hacer su tarea, su extraña tarea, y para hacer su obra, su extraordinaria obra.
22
Y ahora, no continuéis como escarnecedores, no sea que se hagan más fuertes vuestros grillos, pues de parte del Señor, DIOS de los ejércitos, he oído de una destrucción decretada sobre la tierra.
23
Escuchad y oíd mi voz, prestad atención y oíd mis palabras.
24
¿Acaso para sembrar se pasa arando el labrador todo el día, abriendo y rastrillando su tierra?