35
Entonces Felipe abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
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Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo<***>: Mira, agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?
37
Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
38
Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó.
39
Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.
40
Mas Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.