7
Cuando dijo esto, se produjo un altercado entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió.
8
Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, mas los fariseos creen todo esto.
9
Se produjo entonces un gran alboroto; y levantándose algunos de los escribas del grupo de los fariseos, discutían acaloradamente, diciendo: No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?
10
Y al surgir un gran altercado, el comandante tuvo temor de que Pablo fuera despedazado por ellos, y ordenó que las tropas descendieran, lo sacaran de entre ellos a la fuerza y lo llevaran al cuartel.
11
A la noche siguiente se le apareció el Señor y le dijo: Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma.
12
Cuando se hizo de día, los judíos tramaron una conspiración y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo.
13
Y los que tramaron esta conjura eran más de cuarenta,
14
los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nos hemos comprometido bajo solemne juramento a no probar nada hasta que hayamos matado a Pablo
15
Ahora pues, vosotros y el concilio, avisad al comandante para que lo haga comparecer ante vosotros, como si quisierais hacer una investigación más minuciosa para resolver su caso; nosotros por nuestra parte estamos listos para matarlo antes de que llegue.
16
Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada, y fue y entró al cuartel, y dio aviso a Pablo.
17
Y Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que informarle.
18
El entonces, tomándolo consigo, lo condujo al comandante, y le dijo<***>: Pablo, el preso, me llamó y me pidió que te trajera a este joven, pues tiene algo que decirte.
19
Y el comandante, tomándolo de la mano, y llevándolo aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que me tienes que informar
20
Y él respondió: Los judíos se han puesto de acuerdo en pedirte que mañana lleves a Pablo al concilio con el pretexto de hacer una indagación más a fondo sobre él.
21
Pero no les prestes atención, porque más de cuarenta hombres de ellos, que se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado, esperan emboscados; ya están listos esperando promesa de parte tuya
22
Entonces el comandante dejó ir al joven, encomendándole: No digas a nadie que me has informado de estas cosas.
23
Y llamando a dos de los centuriones, dijo: Preparad doscientos soldados para la hora tercera de la noche , con setenta jinetes y doscientos lanceros, para que vayan a Cesarea.
24
Debían preparar también cabalgaduras para Pablo, y llevarlo a salvo al gobernador Félix.
25
Y el comandante escribió una carta en estos términos:
26
Claudio Lisias, al excelentísimo gobernador Félix: Salud.
27
Cuando este hombre fue arrestado por los judíos, y estaba a punto de ser muerto por ellos, al saber que era romano, fui con las tropas y lo rescaté.