30
Pero Dios le levantó de entre los muertos;
31
y por muchos días se apareció a los que habían subido con El de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo.
32
Y nosotros os anunciamos la buena nueva de que la promesa hecha a los padres,
33
Dios la ha cumplido a nuestros hijos al resucitar a Jesús, como también está escrito en el salmo segundo: HIJO MIO ERES TU; YO TE HE ENGENDRADO HOY.
34
Y en cuanto a que le resucitó de entre los muertos para nunca más volver a corrupción, Dios ha hablado de esta manera: OS DARE LAS SANTAS y FIELES misericordias prometidas A DAVID.
35
Por tanto dice también en otro salmo: NO PERMITIRAS QUE TU SANTO VEA CORRUPCION.
36
Porque David, después de haber servido el propósito de Dios en su propia generación, durmió, y fue sepultado con sus padres, y vio corrupción.
37
Pero aquel a quien Dios resucitó no vio corrupción.
38
Por tanto, hermanos, sabed que por medio de El os es anunciado el perdón de los pecados;
39
y que de todas las cosas de que no pudisteis ser justificados por la ley de Moisés, por medio de El, todo aquel que cree es justificado.
40
Tened, pues, cuidado de que no venga sobre vosotros aquello de que se habla en los profetas: