13
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
14
Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia.
15
Y si en verdad hubieran estado pensando en aquella patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver.
16
Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se averguenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.