12
Por lo cual también nació de uno (y éste casi muerto con respecto a esto) una descendencia COMO LAS ESTRELLAS DEL CIELO EN NUMERO, E INNUMERABLE COMO LA ARENA QUE ESTA A LA ORILLA DEL MAR.
13
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
14
Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia.
15
Y si en verdad hubieran estado pensando en aquella patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver.
16
Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se averguenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.
17
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo;
18
fue a él a quien se le dijo: EN ISAAC TE SERA LLAMADA DESCENDENCIA.
19
El consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir.
20
Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú, aun respecto a cosas futuras.
21
Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró, apoyándose sobre el extremo de su bastón.
22
Por la fe José, al morir, mencionó el éxodo de los hijos de Israel, y dio instrucciones acerca de sus huesos.
23
Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño hermoso y no temieron el edicto del rey.
24
Por la fe Moisés, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón,