2
De todo animal limpio tomarás contigo siete parejas, el macho y su hembra; y de todo animal que no es limpio, dos, el macho y su hembra;
3
también de las aves del cielo, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de toda la tierra.
4
Porque dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches, y borraré de la faz de la tierra a todo ser viviente que he creado.
5
Y Noé hizo conforme a todo lo que el SEÑOR le había mandado.
6
Noé tenía seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
7
Entonces entró Noé en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, a causa de las aguas del diluvio.
8
De los animales limpios y de los animales que no son limpios, de las aves y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,
9
de dos en dos entraron con Noé en el arca, macho y hembra, como Dios había ordenado a Noé.
10
Y aconteció que a los siete días las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
11
El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, a los diecisiete días del mes, en ese mismo día se rompieron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo fueron abiertas.
12
Y cayó la lluvia sobre la tierra por cuarenta días y cuarenta noches.
13
En ese mismo día entró Noé en el arca, con Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, y la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos con ellos,
14
y toda fiera según su especie, y todo ganado según su especie, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, toda clase de aves.
15
Entraron, pues, con Noé en el arca de dos en dos de toda carne en que había aliento de vida.
16
Y los que entraron, macho y hembra de toda carne, entraron como Dios le había mandado; y el SEÑOR cerró la puerta detrás de Noé.
17
Entonces vino el diluvio sobre la tierra por cuarenta días, y las aguas crecieron y alzaron el arca, y ésta se elevó sobre la tierra.
18
Y las aguas aumentaron y crecieron mucho sobre la tierra; y el arca flotaba sobre la superficie de las aguas.
19
Y las aguas aumentaron más y más sobre la tierra, y fueron cubiertos todos los altos montes que hay debajo de todos los cielos.
20
Quince codos por encima subieron las aguas después que los montes habían sido cubiertos.
21
Y pereció toda carne que se mueve sobre la tierra: aves, ganados, bestias, y todo lo que pulula sobre la tierra, y todo ser humano;
22
todo aquello en cuya nariz había aliento de espíritu de vida, todo lo que había sobre la tierra firme, murió.