4
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un nombre famoso, para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra.
5
Y el SEÑOR descendió para ver la ciudad y la torre que habían edificado los hijos de los hombres.
6
Y dijo el SEÑOR: He aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y esto es lo que han comenzado a hacer, y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible.
7
Vamos, bajemos y allí confundamos su lengua, para que nadie entienda el lenguaje del otro.
8
Así los dispersó el SEÑOR desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
9
Por eso fue llamada Babel , porque allí confundió el SEÑOR la lengua de toda la tierra; y de allí los dispersó el SEÑOR sobre la faz de toda la tierra.
10
Estas son las generaciones de Sem: Sem tenía cien años, y engendró a Arfaxad dos años después del diluvio.
11
Y vivió Sem quinientos años después de haber engendrado a Arfaxad, y engendró hijos e hijas.
12
Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
13
Y vivió Arfaxad cuatrocientos tres años después de haber engendrado a Sala, y engendró hijos e hijas.
14
Sala vivió treinta años, y engendró a Heber.