2
y a la hermana Apia, y a Arquipo, nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa:
3
Gracia a vosotros y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
4
Doy gracias a mi Dios siempre, haciendo mención de ti en mis oraciones,
5
porque oigo de tu amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús y hacia todos los santos;
6
y ruego que la comunión de tu fe llegue a ser eficaz por el conocimiento de todo lo bueno que hay en vosotros mediante Cristo.
7
Pues he llegado a tener mucho gozo y consuelo en tu amor, porque los corazones de los santos han sido confortados por ti, hermano.
8
Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte hacer lo que conviene,
9
no obstante, por causa del amor que te tengo, te ruego, siendo como soy, Pablo, anciano, y ahora también prisionero de Cristo Jesús,
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te ruego por mi hijo Onésimo , a quien he engendrado en mis prisiones,
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el cual en otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí.
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Y te lo he vuelto a enviar en persona, es decir, como si fuera mi propio corazón,