13
Y me dijo: Aún verás que cometen mayores abominaciones.
14
Entonces me llevó a la entrada de la puerta de la casa del SEÑOR que está al norte; y he aquí, había allí mujeres sentadas llorando a Tamuz.
15
Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Aún verás mayores abominaciones que éstas.
16
Entonces me llevó al atrio interior de la casa del SEÑOR. Y he aquí, a la entrada del templo del SEÑOR, entre el pórtico y el altar, había unos veinticinco hombres de espaldas al templo del SEÑOR y de cara al oriente, y se postraban hacia el oriente, hacia el sol.
17
Y El me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? ¿Le parece poco a la casa de Judá cometer las abominaciones que aquí han cometido, que han llenado la tierra de violencia y me han provocado repetidas veces? Porque he aquí, se llevan el ramo a la nariz.
18
Por tanto, yo ciertamente obraré con furor. Mi ojo no tendrá piedad, ni yo perdonaré; y aunque griten a mis oídos con gran voz, no los escucharé.