7
Luego tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, y ellos dijeron: Todo lo que el SEÑOR ha dicho haremos y obedeceremos.
8
Entonces Moisés tomó la sangre y la roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que el SEÑOR ha hecho con vosotros, según todas estas palabras.
9
Y subió Moisés con Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
10
y vieron al Dios de Israel, y debajo de sus pies había como un embaldosado de zafiro, tan claro como el mismo cielo.
11
Mas El no extendió su mano contra los príncipes de los hijos de Israel; y ellos vieron a Dios y comieron y bebieron.
12
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Sube hasta mí, al monte, y espera allí, y te daré las tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para instrucción de ellos.
13
Y se levantó Moisés con Josué su ayudante, y subió Moisés al monte de Dios,
14
y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros. Y he aquí, Aarón y Hur están con vosotros; el que tenga algún asunto legal, acuda a ellos.
15
Entonces subió Moisés al monte, y la nube cubrió el monte.
16
Y la gloria del SEÑOR reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día, Dios llamó a Moisés de en medio de la nube.
17
A los ojos de los hijos de Israel la apariencia de la gloria del SEÑOR era como un fuego consumidor sobre la cumbre del monte.