5
Pero si el siervo insiste, diciendo: "Amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no saldré libre",
6
entonces su amo lo traerá a Dios , y lo traerá a la puerta o al quicial. Y su amo le horadará la oreja con una lezna, y él le servirá para siempre.
7
Y si alguno vende a su hija por sierva, ella no saldrá libre como salen los siervos.
8
Si ella no agrada a su amo que la había destinado para sí, permitirá que sea redimida. Pero no podrá venderla a un pueblo extranjero, por haberla tratado con engaño.
9
Y si la destina para su hijo, la tratará conforme a la costumbre de las hijas.
10
Si toma para sí otra mujer, no disminuirá a la primera su alimento, ni su ropa, ni sus derechos conyugales.
11
Y si no hace por ella estas tres cosas, entonces ella saldrá libre sin pagar dinero.
12
El que hiera de muerte a otro, ciertamente morirá.
13
Pero si no estaba al acecho, sino que Dios permitió que cayera en sus manos, entonces yo te señalaré un lugar donde pueda refugiarse.
14
Sin embargo, si alguno se ensoberbece contra su prójimo para matarlo con alevosía, lo tomarás aun de mi altar para que muera.
15
El que hiera a su padre o a su madre, ciertamente morirá.