3
Y el SEÑOR hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios. Además el mismo Moisés era muy estimado en la tierra de Egipto, tanto a los ojos de los siervos de Faraón como a los ojos del pueblo.
4
Y Moisés dijo: Así dice el SEÑOR: "Como a medianoche yo pasaré por toda la tierra de Egipto,
5
y morirá todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está detrás del molino; también todo primogénito del ganado.
6
"Y habrá gran clamor en toda la tierra de Egipto, como nunca antes lo ha habido y como nunca más lo habrá.
7
"Pero a ninguno de los hijos de Israel ni siquiera un perro le ladrará, ni a hombre ni a animal, para que entendáis cómo el SEÑOR hace distinción entre Egipto e Israel."
8
Y descenderán a mí todos estos tus siervos y se inclinarán ante mí, diciendo: "Sal, tú y todo el pueblo que te sigue"; y después de esto yo saldré. Y Moisés salió ardiendo en ira de la presencia de Faraón.
9
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Faraón no os escuchará, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto.
10
Y Moisés y Aarón hicieron todas estas maravillas en presencia de Faraón; con todo, el SEÑOR endureció el corazón de Faraón, y éste no dejó salir de su tierra a los hijos de Israel.