27
Por eso dicen los que usan proverbios: Venid a Hesbón. Sea edificada. Sea establecida la ciudad de Sehón.
28
Porque fuego salió de Hesbón, una llama del pueblo de Sehón; devoró a Ar de Moab, a los señores de las alturas del Arnón.
29
¡Ay de ti, Moab! ¡Destruido eres, oh pueblo de Quemos! Ha dado a sus hijos como fugitivos y a sus hijas a la cautividad, a un rey amorreo, Sehón.
30
Mas nosotros los hemos arrojado; Hesbón está destruido hasta Dibón; después también asolamos hasta Nofa, la que llega hasta Medeba.