18
Por la mañana, cuando regresaba a la ciudad, tuvo hambre.
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Y al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no halló nada en ella sino sólo hojas, y le dijo<***>: Nunca jamás brote fruto de ti. Y al instante se secó la higuera.
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Al ver esto, los discípulos se maravillaron y decían: ¿Cómo es que la higuera se secó al instante?