4
Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
5
Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.
6
Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar.