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En verdad os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias con que blasfemen,
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pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene jamás perdón, sino que es culpable de pecado eterno.
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Porque decían: Tiene un espíritu inmundo.
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Entonces llegaron<***> su madre y sus hermanos, y quedándose afuera, le mandaron llamar.