7
Porque hay esperanza para un árbol cuando es cortado, que volverá a retoñar, y sus renuevos no le faltarán.
8
Aunque envejezcan sus raíces en la tierra, y muera su tronco en el polvo,
9
al olor del agua reverdecerá y como una planta joven echará renuevos.
10
Pero el hombre muere y yace inerte. El hombre expira, ¿y dónde está?
11
Como las aguas se evaporan del mar, como un río se agota y se seca,
12
así el hombre yace y no se levanta; hasta que los cielos ya no sean no se despertará ni se levantará de su sueño.
13
¡Oh, si me escondieras en el Seol, si me ocultaras hasta que tu ira se pasara, si me pusieras un plazo, y de mí te acordaras!
14
Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré hasta que llegue mi relevo.
15
Tú llamarás, y yo te responderé; añorarás la obra de tus manos.