27
Por aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.
28
Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra. Y esto ocurrió durante el reinado de Claudio.
29
Los discípulos, conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una contribución para el socorro de los hermanos que habitaban en Judea.
30
Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.