3
Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre vosotros, como corresponde a los santos;
4
ni obscenidades, ni necedades, ni groserías, que no son apropiadas, sino más bien acciones de gracias.
5
Porque con certeza sabéis esto: que ningún inmoral, impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.