18
Ahora pues, hacedlo. Porque el SEÑOR ha hablado acerca de David, diciendo: "Por mano de mi siervo David salvaré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos y de mano de todos sus enemigos."
19
Habló también Abner a oídos de los de Benjamín; Abner además fue a hablar a oídos de David en Hebrón de todo lo que parecía bien a Israel y a toda la casa de Benjamín.
20
Llegó Abner adonde estaba David, en Hebrón, y con él veinte hombres. Y David preparó un banquete para Abner y los hombres que le acompañaban.
21
Y Abner dijo a David: Me levantaré e iré a reunir a todo Israel junto a mi señor el rey para que hagan un pacto contigo, y seas rey sobre todo lo que tu corazón desea. Entonces David despidió a Abner, y él se fue en paz.
22
He aquí, los siervos de David y Joab vinieron de hacer una incursión trayendo consigo mucho botín; pero Abner no estaba con David en Hebrón, porque él lo había despedido y se había ido en paz.
23
Cuando llegó Joab y todo el ejército que estaba con él, le dieron aviso a Joab, diciendo: Abner, hijo de Ner, vino al rey, y él lo ha despedido y se ha ido en paz.
24
Entonces vino Joab al rey y dijo: ¿Qué has hecho? He aquí, Abner vino a ti; ¿por qué, pues, lo has despedido y él ya se ha ido?
25
Conoces a Abner, hijo de Ner, que vino a engañarte y saber de tus salidas y de tus entradas, y a enterarse de todo lo que haces.
26
Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y lo hicieron volver desde el pozo de Sira; pero David no lo sabía.
27
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió.
28
Cuando David lo supo después, dijo: Yo y mi reino somos inocentes para siempre delante del SEÑOR de la sangre de Abner, hijo de Ner.