11
Y Urías respondió a David: El arca, Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab y los siervos de mi señor acampan a campo abierto. ¿He de ir yo a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por tu vida y la vida de tu alma, que no haré tal cosa.
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Entonces David dijo a Urías: Quédate aquí hoy también, y mañana te dejaré ir. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente.
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Y David lo convidó a comer y a beber con él, y lo embriagó. Al anochecer Urías salió a acostarse en su cama con los siervos de su señor, pero no descendió a su casa.
14
Y aconteció a la mañana siguiente que David escribió una carta a Joab, y la envió por mano de Urías.
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En la carta había escrito: Poned a Urías al frente de la batalla más reñida y retiraos de él, para que sea herido y muera.
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Así que cuando Joab asediaba la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que había hombres valientes.
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Y los hombres de la ciudad salieron y pelearon contra Joab, y algunos de los siervos de David cayeron, y murió también Urías heteo.
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Joab envió a informar a David de todos los sucesos de la guerra,
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y dio orden al mensajero, diciendo: Cuando hayas acabado de contar al rey todos los sucesos de la guerra,
20
si sucede que el furor del rey se enciende y te dice: "¿Por qué os acercasteis tanto a la ciudad para pelear? ¿No sabíais que dispararían desde el muro?
21
"¿Quién mató a Abimelec, hijo de Jerobaal? ¿No arrojó una mujer sobre él una muela de molino desde lo alto del muro de manera que murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis tanto al muro?" Entonces le dirás: "También tu siervo Urías heteo ha muerto."