5
Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento;
6
al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad,
7
a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor.
8
Pues estas virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
9
Porque el que carece de estas virtudes es ciego o corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.
10
Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección de parte de Dios; porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis;
11
pues de esta manera os será concedida ampliamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
12
Por tanto, siempre estaré listo para recordaros estas cosas, aunque vosotros ya las sabéis y habéis sido confirmados en la verdad que está presente en vosotros.
13
Y considero justo, mientras esté en este cuerpo, estimularos recordándoos estas cosas,
14
sabiendo que mi separación del cuerpo terrenal es inminente, tal como me lo ha declarado nuestro Señor Jesucristo.
15
También yo procuraré con diligencia, que en todo tiempo, después de mi partida, podáis recordar estas cosas.