20
Y cuando él iba a Siclag, se pasaron a él de Manasés: Adnas, Jozabad, Jediaiel, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletai, capitanes de miles que eran de Manasés.
21
Ellos ayudaron a David contra la banda de merodeadores, pues todos eran hombres fuertes y valientes, y fueron capitanes en el ejército.
22
Porque día tras día se pasaban hombres a David para ayudarlo, hasta que hubo un gran ejército, como un ejército de Dios.
23
Y estos son los números de los escuadrones equipados para la guerra, que vinieron a David en Hebrón para transferirle el reino de Saúl, conforme a la palabra del SEÑOR:
24
Los hijos de Judá que llevaban escudo y lanza eran seis mil ochocientos, equipados para la guerra.
25
De los hijos de Simeón, hombres fuertes y valientes para la guerra, siete mil cien.
26
De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos.
27
Y Joiada, príncipe de la casa de Aarón, y con él tres mil setecientos;
28
también Sadoc, joven fuerte y valiente, y de la casa de su padre veintidós capitanes.
29
De los hijos de Benjamín, parientes de Saúl, tres mil; porque hasta entonces la mayor parte de ellos habían permanecido fieles a la casa de Saúl.
30
De los hijos de Efraín, veinte mil ochocientos, hombres fuertes y valientes, famosos en sus casas paternas.
31
De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, que por nombre fueron designados para venir y hacer rey a David.
32
De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer, sus jefes eran doscientos; y todos sus parientes estaban bajo sus órdenes.
33
De Zabulón había cincuenta mil que salieron con el ejército, que podían ponerse en orden de batalla con toda clase de armas de guerra y que ayudaron a David sin doblez de corazón.
34
De Neftalí había mil capitanes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza.
35
De los de Dan que podían ponerse en orden de batalla, había veintiocho mil seiscientos.
36
De Aser había cuarenta mil que salieron con el ejército para ponerse en orden de batalla.
37
Y del otro lado del Jordán de los rubenitas y gaditas y de la media tribu de Manasés, había ciento veinte mil con toda clase de armas de guerra para la batalla.
38
Todos éstos, hombres de guerra, que podían ponerse en orden de batalla, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para hacer rey a David sobre todo Israel; también todos los demás de Israel eran de un mismo parecer para hacer rey a David.
39
Y estuvieron allí con David tres días, comiendo y bebiendo, porque sus parientes habían hecho provisión para ellos.
40
También, los que estaban cerca de ellos, y hasta Isacar, Zabulón y Neftalí, trajeron víveres en asnos, camellos, mulos y bueyes; grandes cantidades de tortas de harina, tortas de higos y racimos de uvas pasas, vino, aceite, bueyes y ovejas. Verdaderamente había alegría en Israel.